Por Rogelio Varela
En México existe la costumbre popular de que en la familia no se habla de política, de religión, y muchos menos de dinero.
Tal situación, combinada con otros factores culturales, genera cierto desinterés entre niños y jóvenes sobre cómo manejar el dinero que les dan sus padres, lo que a la larga significa un ingreso tardío a los beneficios que ofrece el sistema bancario.
Por ello, hablar de dinero con los hijos debe verse como el primer paso para ayudarles a tener una educación financiera a partir de conceptos básicos desde cómo se obtiene el dinero y cómo se gasta hasta cómo se pueda ahorrar e incluso invertir, lo cual ayudará a la economía de nuevas generaciones.
Afortunadamente se han dado algunos avances en la materia, tal como revela la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2024 elaborada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que señala que en nuestro país 3 de cada 5 jóvenes ya tienen una cuenta de ahorro, tarjeta de crédito e incluso un seguro.
Hablamos de productos financieros que muy probablemente se abrieron con el dinero de sus padres, lo que va más allá del tradicional domingo o mesada, para avanzar al uso de dispositivos digitales que han dejado a un lado al efectivo.
Esta última forma de identificar el dinero ha abierto una ventana a bancos y otras entidades que a través de apps contribuyen a una mejor administración del dinero e incluso a que los jóvenes puedan entender el proceso de ahorro al fijarse metas, así como, en muchos casos, a solicitar su primera tarjeta de crédito y de esta forma comenzar a construir su historial en Buró de Crédito.
Un ejercicio positivo respecto a la formación financiera en familia es que padres, madres y tutores, al ir de compras, expliquen a los hijos el valor del dinero, que las mercancías tienen un precio, y que es a través del ahorro como podrán acceder bienes o servicios que no puedan pagar en una sola emisión, lo que ayudará a su vez a que comprendan la importancia de generar un presupuesto y de apegarse al mismo.
Igualmente, pueden explicarles -de acuerdo a su edad- que cumplir con sus compromisos crediticios, lo cual es una manera de honrar su palabra, también les genera beneficios puesto que su historial lo reflejará y eso les permitirá obtener créditos futuros en mejores condiciones.
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* Rogelio Varela es autor de la columna Corporativo, del periódico El Heraldo de México; es comentarista en Imagen Informativa, en Canal 40 y en TV Azteca.